lunes, noviembre 13, 2006
Reme se pone las botas.
Comimos en una venta sobre una colina, rodeados de viñas, nos salió un día realmente luminoso, el cielo azul se impuso a las nubes que pequeñas y tímidas pasaban de largo, como para no molestar, el viento que las movía, era solo una ligera brisa que agradecimos en nuestra mesa al sol.
Llegamos en su coche nuevo gracias a mis indicaciones y no sin problemas, el final del trayecto era un camino de cabras y Reme gemía cada vez que saltábamos y volvíamos a caer levantando nubes de polvo.
Comimos y charlamos abundantemente, el esplendido día, las virtudes del primer mosto de la cosecha y la falsa inmunidad que nos proporcionaban las gafas de sol que no nos pudimos quitar durante toda la comida animaba a todo ello.
Reme puede que en su casa coma mucha verdurita y haga mucha dieta pero una vez puesta en faena tiene un saque impresionante. Empezamos con un plato de chacina cortada en rodajas compuesto de chorizo, morcilla y butifarra. Enseguida vino el Ajo caliente:
Plato típico del campo andaluz. Como casi en toda su cocina es un plato de los llamados baratos, de reducido coste e ingredientes. No cabe duda de que a lo largo del tiempo ha ido evolucionando en paralelo con la situación económica, ampliándose su gama de ingredientes con otros productos. No obstante sus ingredientes y la receta originaria era:
- Pan del día anterior
- Ajo
- Aceite de oliva
- tomate
- Pimiento verde
- Pimentón
- Sal
- Agua
Se machaca el ajo en un almirez, con la sal, el pimiento verde troceado y una cucharadita de pimentón, sólo si gusta. Mientras, en una cacerola ponemos los tomates a hervir, lo secamos y pelamos, machacándolos junto con los demás ingredientes y un poco de aceite, en un recipiente mayor de barro (En Jerez el popular “lebrillo”).
El agua que se echará para esponjar será la de escardar los tomates, muy caliente. En el “lebrillo” lo dejamos reposar y lo cubrimos hasta servir, con un paño humedecido. Le podemos añadir pimientos asados, huevos duros cortado y rábanos enteros para “empujar”
Una vez llegados a este punto pensé que Reme daría un paso atrás pero nada más lejos de la realidad porque cuando vio que se acercaba la Berza gitana se frotó las manos dando saltitos como cuando veníamos en su coche.
Es un potaje típico de Andalucía occidental y sobre todo de las provincias de Sevilla y Cádiz. Quizás sea en Jerez de la Frontera en donde mejor se hace este plato y esto puede ser debido a que en esta población es donde se da una mayor integración y mezcla entre "payos" y gitanos.
Es un plato del pueblo llano, cuyo nombre deriva de las verduras que se emplean en su elaboración, cardos, acelgas, apio o, si se encuentran, "tagarninas", verdura de la familia de los cardos que se encuentra en los barbechos de la campiña jerezana.
Esta receta, como muchas otras de la cocina popular andaluza, ha pasado de las mesas humildes de los patios de vecinos a las de grandes restaurantes y a servirse también como tapa en muchos bares de la zona.
Ingredientes para 6 personas
- 1/2 kilo de alubias blancas.
- 1/2 kilo de garbanzos.
- 1 manojo de cardos o de acelgas de penca ancha o de tagarninas.
- 400 gramos de magro de cerdo
- 1 morcilla de Ronda (30 centímetros).
- 1 chorizo de guisar, no picante (30 centímetros).
- 1/2 kilo de tocino fresco (de panceta o papada, que tienen una veta de carne).
- 1 cabeza de ajos entera.
- 1 cucharadita de pimiento molido o pimentón dulce.
- 1 pellizco de comino.
- 1 vaso de aceite de oliva.
- Sal al gusto.
Preparación:
La noche antes y en cacharros separados se ponen a remojo, con abundante agua, las alubias y los garbanzos.
En una olla alta, se echan las alubias, los garbanzos, la cabeza de ajos (entera, sin pelar, pero dándole unos cortes), el tocino cortado en tacos, el aceite, el pimentón, el comino y agua abundante. Se pone al fuego y cuando hierva fuerte, se baja el fuego y se deja hervir a fuego lento y tapada, durante al menos una hora. Vigilar que siempre el agua cubra de sobras los ingredientes.
En una cazuela aparte, se echan los cardos, bien limpios de hilos y cortados y troceados en trozos de 5 ó 6 centímetros, se ponen a hervir con agua abundante y cuando estén tiernos se escurren y se añaden a la olla.
Cuando los garbanzos y las alubias estén tiernas, se echan la morcilla y el chorizo cortados en rodajas.
Se sala al gusto y se deja hervir a fuego lento, al menos media hora más para que espese.
Presentar todo junto en una sopera.
Yo no pude tomar postre y pasé directamente al café, Reme, no obstante, culminó con un flan de la casa escondido en una gran nube de nata montada.
No consentí que me invitara y pagamos a medias, no me puso pega alguna, como tampoco lo hizo cuando le pedí las llaves del coche para conducirlo de vuelta hasta "nuestro" garaje, por una parte me apetecía probar un coche con menos de veinte años y por otra sospechaba que Reme había perdido estabilidad, porque se agarró a mi brazo camino al aparcamiento. Tampoco en esto me puso pegas, es más me dió el bolso para que yo mismo me sirviera.
A todo me decía que si y mientras conducía mi libido se desbocó rememorando algunos detalles de nuestra cita como sus gemidos por los baches, el polvo del camino, el mosto que mojaba sus labios, su apetito insaciable, la nata, su mano sobre mi brazo.
-Pordiosbendito que lejos estamos.
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9 comentarios:
El polvo... los gemidos... Es que ya se sabe :)
Por dios, por dios. ¿Pero hubo polvo o no hubo polvo? ¡No puede, mire lo que le digo, no puede dejarnos usted así! Ya ha sido bastante malo tener que esperar hasta hoy para saber algo, como para que ahora nos haga esta jugarreta. Creo que hablo en nombre de todos los que comentan o leen esta página cuando digo: ¡basta ya de intrigas, sr. chisme, por dios! ¡Queremos saber qué pasó!
(Qué bien que sea comilona, eso es buena señal... no se fíe de una flaca. Mire que sé lo que me digo).
Qué caliente se está poniendo la historia. Espero (dado mi morbo) que en su primer encuentro sexual -que llegará, llegará- sea usted tan explícito como la receta culinaria. Es decir, con pelos y señales lo queremos.
¿Hizo su eructito la Reme?
Después de los tés, semejantes guisos, me han dado un hambre que no se lo salta un gitano, claro que es de noche y tendré que moderarme.
Yo cuando voy por una carretera sin asfaltar y con muchas curvas, siempre me acuerdo de las mujeres y hoy he visto que tenía razón.
- Te acuerdas por las curvas?
- No, por el polvo.
Saludos
http://elsilencioexiste.blogspot.com/
Pensé que se ponía las botas porque empezaban las lluvias y resultó que tiene un apetito voraz.
Ándese con cuidado, no sea Reme como el Dr Jekil and Mr. Hide
Que perfido es Ud. Nos deja con la miel en los labios, y tan fresco. Encima me entra un hambre feroz y ganas de irme a una venta. XDios esto no se hace. ¿culminó ud ó no culminó? Ciñase al tema, ya nos dara recetas otro día hombre de Dios. A mi me sigue gustando la Reme,flaca ó gorda, da igual.
Los comentarios publicitarios vacios no valen señor silencioso.
El silencioso está de marketing. No veas el tío la caña que le está metiendo, aparece en todas partes. ¡Qué fiera!
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