miércoles, octubre 04, 2006

Voy a descubrir el pastel II. El sofrito.


Llegó la hora y estoy preparado , la ventana abierta y oculto tras el visillo tengo un palco privilegiado.
Andrés es un hombre metódico, calculador y solo aparentemente frió, aunque cuando a través de mi ventana le veo con ese delantal color salmón y con flequitos, la verdad, no se que pensar.
Pué bien, tal y como estaba previsto, se puso manos a la obra y a las catorce horas exactamente empezó a pelar las gambas, una a una les fue quitando la cabeza primero y las patas y el caparazón después. Todo iba a parar a un cazo de agua caliente con unas hojas de cilantro que dejaría cocer unos diez minutos, con esta sencilla técnica conseguiría el caldo para cocinar el arroz.
Así mismo, peló y troceó una cebolla, un tomate y una zanahoria que puso a sofreír, también un diente de ajo que reservó; para cuando estuviera listo el sofrito, él ya debería haber tenido preparados todos los ingredientes que le faltaban. Que bien huele, por cierto.
Miró el reloj, yo también, eran las catorce treinta y nueve, se sirve una copa de jerez, la observa a contraluz, la huele y bebe media copa. Vuelvo a mirar el reloj, las catorce cuarenta, que precisión, tal y como lo debió calcular estoy seguro.
Al arroz bomba, que tenía en un plato, le añadió un sobre de Carmencita y a la cazuela, unas vueltecitas con la cuchara de palo y ahora el caldo, para las quince horas lo tendrá en su punto, espero que le salga rico, yo creo que va bastante bien.
Solo le queda preparar las gambas, en una sartén con aceite caliente sofríe el ajo y luego le da a las gambas unas vueltecitas , terminando con la media copa de vino.
Las catorce cincuenta, ya queda menos. Es ahora cuando vierte las gambas en la cazuela y bien podríamos decir que la suerte está echada. Pues nada, aprovecharé para ir al cuarto de baño, necesito evacuar con una larga y cálida meada.
Algo va mal, me he entretenido intentando escuchar unas voces que se oían a través de las paredes de mi cuarto de baño y ahora son ya las quince y cinco minutos, Andrés sigue solo y parece preocupado por su arroz, creo que se le está quedando seco, por suerte había reservado un poco de caldo. Jesuspordios, siguen pasando los minutos y Olga no aparece ¿Que va a pasar?¿Acudirá Olga a su cita? ¿Se le pasaré el arroz a Andrés? O lo que es peor ¿Se me habrá pasado a mi? .

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La puerta, han llamado a la puerta, voy, vooyy, pero ¿Donde voy? Si no llaman a mi puerta sino a la de Andrés, pordiosbendito que nervios, seguro que es Olga.

5 comentarios:

vilipendia dijo...

Le voy a matar, es usted más misterioso que los del csi, coñe. Como tarde tantos días en volver a seguir con la historia a mí me da algo...

la-de-marbella dijo...

Me has recordado aquella serie que acababa con miles de preguntas tontas, ayhfhfhfh, no puedo recordar el nombre que mal. Bueno ya me acordaré, mis neuronas tan en crizi. Loca estoy por saber ya como se desarrollaron los hechos. ¿comerian primero? ¿tomarian café? ¿hicieron algo? de haberlo hecho ¿repetiran?, de no haberlo hecho ¿hay posibilidad?. Anda chisme sigue xdios.

Antonio Latorre Jimenez dijo...

ENREDO para mas señas, chica de Marbella.

Anónimo dijo...

¡¡Que no era Olga, que soy yo, "al olor de las sardinas, el gato ha resucitado" digo... que con el olorcillo se me ha abierto el apetito y para que no se le echara a perder el arroz, acudía yo presuroso.
Estaba riquísimo.

Lula Towanda dijo...

Hay que ser confiado para echar el arroz antes de que venga la visita.
Muy seguro estaba Andrés.
Tomo nota de la receta