domingo, marzo 18, 2007

POLIO


Por fin llegó el viernes y ya por la mañana me encontré con mis dos nuevos amigos, empezaron a contarme anécdotas de sus pequeñas aventuras nocturnas, unas me enternecieron por lo que dejaban ver de la carga de inocencia y soledad que estos hombres maduros y solitarios llevan a cuestas.
Sin embargo nada de lo que contaron me hizo prever lo que pasaría esa noche. El caso es que nos despedimos habiendo quedado citados en un restaurante cercano a la rotonda norte para cenar.
Impaciente y, cómo no, algo nervioso llegué el primero, gracias a mi puntualidad y a la buena visibilidad que ofrecía la mesa que Anselmo había reservado pude ver llegar a los tres compañeros de mesa.
Primero vi llegar a Selu, el divorciado con partición de bienes y custodia a medias de sus dos hijos, de mediana edad vestía correctamente con colores neutros, no es ni flaco ni gordo, ni alto ni bajo, ni guapo ni feo, ni rubio ni moreno y para terminar de rematar su mediocridad podríamos decir que estaba medio calvo.
Su expresión, ahora que caminaba solo acercándose al restaurante, era muy diferente a la que le conocía del gimnasio, cabizbajo con las manos en los bolsillos y arrastrando los pies, nada más entrar cambió automáticamente mostrándome una sonrisa mientras se acercaba a la mesa.
A Julián lo vi llegar desde lejos, un claxon guió mirada hacía la rotonda y lo pude ver atravesándola, por lo visto suele tomar atajos constantemente, mientras dedicaba un corte de mangas al conductor que había estado a punto de atropellarlo.
Viudo y resignado a sí mismo y a sus circunstancias, no se podría decir que fuese un hombre hermoso pero, sin embargo poseía una hermosa melena de pelo negro, un hermoso bigotón, una hermosa barriga debajo de un polo blanco que luchaba por emerger por la cintura del pantalón vaquero y un generoso culo.
Ya, desde esa distancia, se le adivinaba esa hermosa sonrisa que rara vez abandonaba su rostro.
Ya solo faltaba el misterioso Anselmo y aunque lo vi venir por la acera curvada de la rotonda no podía adivinar que fuese él. Me fijé porque caminaba raro y a medida que se acercaba pude comprobar porqué, debería ser uno de los últimos afectados por la poliomielitis, en aquellos tiempos las vacunas no llegaban a todas partes, tenía severamente afectada la pierna y el brazo derecho pero caminaba sin muletas ni bastón imprimiendo a sus andares un ritmo vacilón, por vacilante, e inquietante porque parecía que en cualquier momento podría caerse, pero no era así, su caminar era seguro y eficiente, de tal modo que cuando, poco antes de llegar a la puerta del local, se cruzó con una muchacha imponente se giro en redondo sin dejar de caminar para decirle algo que provocó que la chica acelerara su paso sin mirar atrás.
Delgado, delgadísimo, tanto que solo se podían distinguir los miembros afectados por la polio de los que no solo por su movimiento.
Me lo presentaron y cenamos mientras empezaba a desvelarnos sus planes, por lo visto nos había preparado algo así como el juego del impávido, creí entender.

7 comentarios:

laonza dijo...

AY madre! lo que prometen estas entregas aqui estaré con mis amigas ... esperandolas! besos

Anónimo dijo...

Estoy esperando con impaciencia tus relatos. Mientras tanto me voy informando: La polio (también denominada poliomielitis) es una enfermedad contagiosa e históricamente devastadora que fue erradicada en el hemisferio occidental en la segunda mitad del siglo XX. Aunque la polio ha afectado a los seres humanos desde la antigüedad, el brote más importante tuvo lugar en la primera mitad del siglo XX, antes de que la vacuna, creada por Jonas Salk, fuese de fácil acesso a partir de 1955.
Un saludo

nancicomansi dijo...

¡Vaya cuarteto! Aquí si hay donde elegir pero, donde va a parar...¡me quedo con usted!
Osea que el de la "polio" (pobre...) es el que preparó la juerga ¿no?pues venga...ya está tardando en explicar, que estamos todos en vilo...

gemmacan dijo...

Cenas así deberían grabarse al menos en un magnetofón. La polio destrozó muchas correrías infantiles, tu amigo parece haberlo asumido con cierto humor.
Besos!

la-de-marbella dijo...

Tuve una amiga que padeció la Polio. Se parecía fisicamente a Anselmo y nadie creyó que encontraría pareja. Contra todo pronostico y sobre todo gracias a su caracter alegre y divertido, lo hizo y sigue en ello. Las apariciencias engañan. Espero con ganas el resto del relato.

Mandarina azul dijo...

Algo me dice que a partir de ahora nos va a sorprender usted cada día más, Don Chisme...

Espero ansiosa.

Besos :)

Antonio Latorre Jimenez dijo...

Me han quitado internet en el trabajo y me han trasladado a un nuevo servicio, no tengo tiempo ni para pensar La mudanza, el trabajo, el alzheimer.¿Que va a ser se mi?