VIDA NUEVA

Mi plan ha salido a la perfección, tenía que ser así ya que de otra manera ahora estaría muerto y bien muerto, no como ahora, que estoy muerto pero no perfectamente muerto.
Esto me trae a la memoria un chiste que viene al caso:

Un enterrador se dirige a la puerta del cementerio al final de una agotadora jornada de trabajo, es tarde y a lo lejos las luces del pueblo empiezan a encenderse.
De pronto escucha una voz ahogada y lejana que le llama:
-Enterrador, enterrador, aquí, aquí.
Muy a su pesar se vuelve y dirige sus pasos al lugar de donde proviene esa misteriosa voz. Conoce el cementerio como la palma de su mano y pronto encuentra el origen de la llamada, delante de él se encuentra una tumba reciente, sin duda es una de los que ha enterrado este mismo día, de la tierra recién removida sale una mano que parce buscar algo a lo que agarrarse desesperadamente, ahora se puede oír claramente lo que dice el dueño de esa mano:
-¡Enterrador, enterrador, que estoy vivo, vivo!
Y el enterrador, cansado, le contesta:
-¿Vivo? Tú que vas a estar vivo, tu lo que estás es mal enterrado.
Y aplasta la mano una y otra vez con su bota hasta que considera que su trabajo está, por fin, terminado.

Bueno, pues algo así me ha pasado a mí, ayer puse marcha mi plan con la ayuda de Mia, Laonza y Mandarina que son mis cómplices interesadas, ellas me proporcionaron un caldito con facultades catatónicas. Tengo que confesar que durante unos instante tuve miedo, pensé que me estaban engañando para quedarse con todo el dinero y que en realidad lo que llevaba el caldito no era lo que me prometieron sino más bien veneno, pero no, han sido mis ángeles salvadores.
He fingido mi muerte y ahora me he mudado a una unifamiliar de la afueras, tengo vista al campo y pocos vecinos, aquí espero reformarme, dejar de ser un chismoso y emprender una nueva vida en paz y armonía.
He vendido mi piso para dar la entrada de mi nueva casa y en cuanto mis cómplices cobren el mi seguro nos lo repertiremos y con la parte que me toca acabaré de pagar la hipoteca. Desde aquí os pido que no me delateís, creo que merezco otra oportunidad, prometo cambiar, lo intentaré con todas mis fuerzas, de hecho ya me he apuntado a terapia en un asociación de chismoso anónimos.
Gracia amigos, deseazme suerte.