miércoles, agosto 30, 2006

Algo huele mal en mi descansillo


Bueno, bueno, ya van llegando los pobres ex veraneantes, con esas caritas de depresión postvacacional que traen, angelitos bronceados les cantaría Machín, que lastimica me dan, por eso mismo este año no me he ido a ningún sitio, bueno por eso y por cuestiones financieras con las que no quiero aburriros.
Pero ahora no estoy muy pendiente de los que vuelven, tengo todo un año por delante para saber donde ha estado, en que chiringuito cogieron salmonela, cuantas maletas ha perdido entre aeropuerto y aeropuerto, etc, etc. Otro asunto me tiene entretenido estos últimos días, es algo un poco macabro y huele mal.
Mi vecino de enfrente, tan enfrente que si salimos los dos a la vez de casa podríamos muy bien toparnos sin querer, bueno pues ese vecino resulta que es australiano, y os preguntareis que como ha venido a parar aquí un australiano, si yo se la historia completa pero la dejaremos para otro día.
Este señor, con el que no he cruzado mas que unos “buenos días” o “buenas tardes” las raras veces que nos encontramos, es australiano, mayorcito , menudo y enjuto, solitario y poco comunicativo, no se para a hablar con nadie y cuando ha salido en alguna conversación casi nadie le conoce, es como una leyenda urbana todos ha oído algo pero nadie le ha visto.
Pero, eso si, es piloto y da clases de vuelo por lo que me contó la dueña del piso antes de alquilárselo, por cierto la dueña es suiza y además....... pero esto es de la historia antigua y no continuaré por aquí..
Desde hace varios días al salir o entrar en casa me huela mal, las visitas que recibo también me lo han comentado y a alguno de los han ido volviendo también, pero a nadie parece importarle, huele en la puerta del australiano, es un olor rancio y pesado como el de una descomposición, puede que sea una bolsa de basura olvidada, un cubo de basura sin lavar y también, por que no, un animal muerto, aunque , que yo sepa, el australiano no tenía mascota. No quiero seguir elucubrando en este sentido para no llegar a la conclusión que todos habréis pensado, lo mas seguro es que se haya ido de vacaciones con sus paisanos en las antípodas y no debe de ser muy aseado pero amigos míos, de nuevo vivo sin vivir en mi, cada vez que salgo de casa me dan ganas de tirar la puerta abajo, llamar a los bomberos, a la policía al C.S.I.
Paciencia, necesito paciencia, eso es lo que le pediría a dios, un poco de paciencia, solo necesito eso, un poquito de paciencia ¡PERO LA QUIERO YA, YA!

5 comentarios:

vilipendia dijo...

¡Pero por dios! Con lo que es usted, tiene que estar sufriendo muchísimo, sr. Chisme. Y eso no es bueno, eso puede acabar desembocando en una úlcera de estómago, y entonces qué. Haga el favor de llamar mañana mismo a la policía, que tiren esa puerta abajo y le/nos saquen de este sinvivir. Hombre ya.
:D

la-de-marbella dijo...

Hace unos años en el 6 b del edificio en que vivia, salia un olor tremebundo. A tanto llegó que pensamos que el vecino(un anciano que vivia solo)se había muerto. Llamamos a la policia y abrieron la puerta. El hedor era a muerto podrio y asi era, pero no el anciano, si no de un pollo crudo que olvido en el congelador desconectado. El anciano estaba en Miami tan ricamente con uno de sus sobrinos. Si el vecino esta en casa el olor debe ser de agua sucia. Es decir que friegue el piso con un solo cubo de agua y poco detergente. Cada día olera mas, ya que cada día la roña será mayor. Me encanta que sus vecinos hayan regresado, ardo en deseos de conocer los detalles estivales. Saludos cariñosos

Lula Towanda dijo...

Bueno Grissom jerezano, ya sé que eres muy español y por tanto muy impaciente, pero fíjate como se toma las cosas el Grissom de Los Ángeles.

cerise dijo...

pero..... Ha visto usted salir al australiano?

Antonio Latorre Jimenez dijo...

El australiano creo que sigue llevando el mismo ritmo horario que en su pais, es por esto,digo yo, que sale y entra a unas horas muy raraspara nosotros.