El meteorólogo ( Vecino tipo 3 )

Como suele ser habitual, además de socorrido, cuando nos encontramos en el ascensor o en el vestíbulo con algún vecino con el que no mantenemos mucha relación solemos comentar algo del tiempo, ya sabéis:
-Que si “vaya tiempecito”, que si “hay que ver la calor que estamos pasando”, “parece que ha dado agua para el fin de semana” y su lógica respuesta “ pues ya iba haciendo falta”
Pero, como no, en mi escalera vive un vecino que riza el rizo, se llama Paco Montes, aunque yo le llamo Paco Montesdeoca, es un simpático viejecito muy activo, anda y anda a todos lados, casi nunca usa el ascensor y en verano todos los días se hecha unos largos en la piscina comunitaria .
Pero lo que destaca especialmente en él es su afición a la meteorología. A tal fin tiene montado en la azotea, con permiso de la comunidad, una completísima estación meteorológica. Con su pluviómetro, anemómetro, y varios chismómetros más con los que siempre estaba bien informado y prevenido contra los elementos.
Como era de esperar el encantador señor Montesdeoca solo habla del tiempo, gracias a él siempre estábamos bien informados.
Si por casualidad te lo encuentras en el ascensor, y aunque el vive en el segundo, gentilmente te acompaña hasta tu planta, sea cual sea, para poder darte el parte meteorológico de cabo a rabo.
Hubo un tiempo, al conocerlo, que me resultó un poco cargante y siempre que me acompañaba a casa corría a encender la tele para ver el primer telediario con la esperanza de que se equivocara en sus predicciones y así poder echárselo en cara en la próxima ocasión. Pero poco a poco, gracias a su simpatía y a su infalibilidad, se ha ido ganando el respeto de casi todos los vecinos.
De esta manera es como hemos llegado a prescindimos de los meteorólogos televisivos, y es una gozada porque si esperas a verlos te tragas quince minutos de publicidad.