sábado, junio 16, 2007

Solo


Desde que mis padres murieron estuve viviendo solo durante casi dos meses, durante todo ese tiempo unos pacientes tíos, por parte de mi madre, intentaron siempre por las buenas llevarme a su casa donde me tenían preparado un cuarto y un nuevo hogar, ellos no tenían hijos y estaban deseosos de prestarme su ayuda, no usaron la fuerza que la ley les otorgaba y esperaron a que las circunstancias se desarrollaran por los cauces que podíamos decir, eran normales.
Aguanté casi dos meses, exactamente cuarenta y seis maravillosos días en los que nada ni nadie se interpuso en mi camino. No es que anduviera mucho, en realidad me limité a pasear por mi acogedora casa vacía y cuando los alimentos que mis padres acumularon antes de morir se agotaron extendí mis paseos hasta la tienda de la esquina donde durante, una semana más, me fiaron hasta que, supongo, mis tíos pagaron la deuda acumulada y pidieron a los tenderos que me cortasen el crédito.
Así que durante esos dichosos días y antes de que mis tíos me acogieran bajo su techo tuve ocasión de desarrollar y perfeccionar, casi sin darme cuenta una serie de manías y tics que me han acompañado a lo largo de toda mi vida y que me recuerdan esos maravillosos días.
Siempre que orino escupo, esta una de ellas, si justo después de levantar la tapa y sacarme la picha, cuando siento que la orina empieza su camino a través de la uretra, entonces y solo entonces escupo en el agua de la taza, a veces fallo pero tengo el tiempo justo de retener unas décimas de segundo el torrente urinario para hacer un segundo intento y ese no lo he fallado nunca. Es como si sacara en la final de Roland Garros con bola de partido, no puedo fallar cometiendo una doble falta, me hace sentir el número uno.
Recuerdo que al principio, cuando mis padre aún vivían, algunas gotas de orina caían fuera de la taza y al cabo de un rato podía escuchar a mi madre gritando como una posesa y esta era una de las pocas ocasiones en que mi padre separaba la vista del televisor para dirigirme la palabra, esperaba pacientemente a que mi madre se callase para decirme como si me escupiera en la cara que era un inútil descerebrado, después mi madre volvía a sus quehaceres y mi padre a su televisión.

9 comentarios:

nancicomansi dijo...

Hoy me he mareado...lo siento...es que estoy muy sensible...
¿me perdona?
Besos.

la-de-marbella dijo...

Todos tenemos manias y tiempo para desarrollarlas. Tus padres eran bastante tipicos, aunque por lo poco que describes de ellos es dificil hacerse una composición más exacta. ¿que mas defectos les veias? Ademas de la falta de atención y la pulcritud en el baño.

Mandarina azul dijo...

Ante esta ausencia tuya, y hablando de tazas... ¿no te habrás caído por la taza del WC, verdad?

:)

la-de-marbella dijo...

Querido Chisme, te he nominado para un premio virtual. Echo de menos tus aventuras, vuelve

Abril Lech dijo...

Igual la referencia a tus días de soledad me ha dado tristeza. Con o sin padres a todas las personas que conozco les gusta lo mismo.

e-catarsis dijo...

No había leído una manía así en mi vida ( vale... esto no es relevante lo sé y además a quien le importa a nadie lo sé pero ...esto es un blog y voy lo cuento)...me resulta curiosa...no, esa no es exactamente la palabra
Saludos

Evinchi dijo...

Cúanto humor....

;))))))

humo dijo...

Querido,
hay que mear sentado. Es mucho más cómodo y no se ensucia nada.

Antonio Latorre Jimenez dijo...

Humo, esto puede ser como jugar a la ruleta rusa, podriamos entrar en un baño con lo ojos vendados y probar a orinar sin saber donde esta la taza del water o si este tiene la tapa abierta o cerrada. Que riesgo mas horripilante ¿No crees?