He seguido el consejo de Pepe, mi antiguo quiosquero, y no otros que me habéis ofrecido amablemente como adoptar un perro o presentarme a mis vecinos con tartas en la mano y no sé si me va a ir bien o no. A veces pienso que no debería haber huido de mi antigua casa, pero soy tan cobarde, en fin ya no tiene remedio.
Me pasé por el corte "británico" para abastecerme, bien asesorado por una vendedora muy simpática y que resulta que una amiga suya hacía Pilates desde hace un año y estaba encantada, de ropa deportiva adecuada, compré un par de camisetas, unas zapatillas y unos pantalones de atletismo de esas ajustados, como mallas, y unos cuantos pares de calcetines blancos de algodón . Cuando me lo probé todo a la vez en casa estuve a punto de echarme atrás, tendríais que verme como marco canillas y huesos de rodillas, un espectáculo deplorable, pero a mi edad ya me da todo igual.
Hoy, a la hora señalada me he presentado en el gimnasio para dar mi primera clase de Pilates, una sala bien iluminada con grandes ventanales, suelo de parquet, una buena instalación musical y una monitora provista de micrófono inalámbrico, de esos que se llevan enganchados a la cabeza, como vi que todo el mundo cogía una colchoneta, yo hice lo mismo y discretamente me fui al fondo, desde allí podía ver todo lo que pasaba en la sala y a la vez pasaría desapercibido evitando así hacer el ridículo más de lo normal. Por lo que pude observar no era el único nuevo en la clase, otras dos muchachas dieron varias vueltas por la sala como pollos sin cabeza sin saber qué hacer ni donde colocarse, por supuesto no tienen la capacidad de observación que me caracteriza. Pero no se les ocurrió otro sitio mejor donde aposentar sus nalgas celulíticas que delante de mis narices, la sala, poco a poco, se fue llenando y es por esto que la expresión “delante de mis narices” no es, aunque lo parezca, demasiado exagerada. Sin poder evitarlo, dada mi situación, no pude dejar de fijarme en las dos novatas, evidentemente no tenían ninguna experiencia en este tipo de ejercicio, ni tampoco en cualquier otra cosa relacionada con el deporte o el simple ejercicio físico. Para empezar, no iban adecuadamente vestidas para la ocasión.
La que estaba situada a la izquierda era dueña un enorme culo y para realzarlo llevaba unas mallas negras que no eran tales, sino más bien pantalones piratas ajustados de esos que se compran en los mercadillos, a primera vista parecían bastante usados y como mas tarde pude comprobar, estaba en lo cierto. La otra, por delante y a la derecha, a la que la madre naturaleza había dotado de unas caderas mas comedidas estaba adornada, no obstante, de dos hermosas tetas a las que difícilmente podía contener dentro del la exigua camiseta corta y de tirantes que lucía.
Durante los primeros ejercicios todo fue más o menos bien, como era de esperar yo empecé a sudar la gota gorda y pasados los diez primeros minutos no podía dejar de mirar el reloj deseando que fuese más rápido. Pero pronto perdí el interés por la hora porque las dos muchachas no dejaban que me concentrase.
La muchacha del culo enorme no paraba de pelearse con la gomilla de sus bragas rosas que intentaban una y otra vez escapar de la opresión a la que se veían sometidas entre su culo y ese horrible pantalón que llevaba puesto. Cada vez que iniciaba una flexión las metía con una mano y al terminarla, la superficie de braga que sobresalía era aún mayor, pronto tuvo que usar las dos manos para guardar lo “inguardable”. Yo no sabía qué hacer, si echarle una mano para acabar de una vez con esa representación o no, ya que gracias a ella estaba aguantando la clase más cómodamente.
A su compañera le sucedía algo parecido pero con el sujetador, también quería salirse de donde debiera quedarse sin que su dueña pudiera impedirlo. Cada vez que levantaba los brazos nos enseñaba la marca y la talla de su sujetador, casualmente ella era siempre la primera que los bajaba, mucho antes de que lo indicara la monitora, eso me hizo perder el hilo de los ejercicios un par de veces.
Pero lo peor aún no había llegado, la monitora nos indico el siguiente ejercicio que consistía en sentarnos en el suelo abrazándonos las piernas para rodar, como una pelota hacia atrás y hacia delante. La chica de las tetas gordas terminó con la camiseta enredada al cuello, durante un instante temí por su vida viendo que, presa de los nervios, no era capaz de desenredarse y respiraba con cierta dificultad.
La chica del culo gordo rodo y rodo para quedar varada apoyada sobre sus cervicales, con las piernas por encima de su cabeza una a cada lado y las puntas de sus pies apoyadas en el suelo, dejando su pelvis a unos escasos diez centímetros de mi cara, esta vez temí por mi vida.
Lo peor es que los pantalones estaban rasgados por su entrepierna dejando ver, en toda su plenitud, sus oprimidas bragas rosas. No se podía mover, ni para adelante ni para atrás e inútilmente trataba de taparse con las manos, pero sus cortos brazos no se lo permitían.
Sin saber qué hacer, paralizado por el horror al que me veía sometido, me quedé paralizado y fueron otros compañeros de la clase los que tuvieron que rescatarlas de esas posturas tan inapropiadas.
No sé si mañana volveré al gimnasio.
9 comentarios:
Por favorrrrr MI chismin , ay ay ay !!! coño que me meo, Dios, estoy con lágrimas en los ojos de contener la risa,es que ya lo imprimo y todo porque tendré este relato guardado para la posteridad...
besos jajajajajajja!!!!
¡Que me da algo de la risa! jajajajaja.... ¡la peraaaaaa! Eres único, jajaja
¿Y ese "cautivador" espectaCULO no le mereció la pena? Pilates, mucho pilates no se si hizo, pero al menos se distrajo un rato...la cosa está en ir provando ponerse detrás de gente diferente, a ver que "juego" dan (¿pantalones de "footing" del año "catapún en rollizo cervecero? ¿mallas a flores y camiseta con el slogan "I am crazy", en cincuentona rebosante? yo de usted tentaría la suerte...
Por Dios..."provando" con V...¿sabrá perdonarme? que fallo...glups!
Me he puesto cachonda imaginándole con el atuendo. Y luego me he meado, como suele ser habitual en mí y como las dos locas de ahí arriba.
¡Qué cansado es eso del Pilates, por dios!
Buenos dias Don Chisme, muy bonita su nueva casa, con mucha zona verde, espaciosa, todo un lujo enhorabuena.
Muchas gracias por las visitas que hace a la mía, es un honor recibirle, graciaaaasss.
¿Pilates? parece ser por lo que cuentan que es muy saludable, le voy a hacer una confidencia a mi lo que realmente me mola es el "Sillon-Boll"
jajajajajaja, No sabia yo que el Pilates daba pa´tanto jajajaja. Muy bueno. Vuelva. Besos
¿Qué pasa que no nos sigues contando? ¡No me digas que te has hecho un ovillo de tanto pilates!
Si cachondearos todo lo que querais pero las agujetas existen y no estan en Teruel.
Publicar un comentario