lunes, diciembre 11, 2006

Sigue Socorro, sigue contando.


Me parece mentira, atrapado por mi propio blog, mi personaje ficticio me ha cogido por la espalda, si es que siempre lo he dicho, odio los bucles.
Pero ahora, con el permiso de Socorro paso a contar lo que ella ha querido que quede aquí reflejado para la posteridad, hasta el fin del mundo o hasta el final de Blogger, lo que primero llegue.
Socorro es una bonita muchacha, con el pelo rizado, como no, y mañica, para más señas. Vive aquí desde que conoció a su novio, Julián, coincidieron en un festival de música, no me acuerdo cual, uno de estos multitudinarios, con dos o tres escenarios funcionando a tope todo el día dale que te pego, chunta, chunta, y toda la plebe en bañador, también todo el día dale que te pego y chunta, chunta. Y pensar que en mis tiempos sacar a una chavala a bailar en una berbena y que te dijera que si era todo un pelotazo, señor que pacatos éramos.
Bueno, a lo que iba que me pierdo en mis propios bucles de memoria, resulta que cuando acabo el festival Julián regresó a casa y Socorro, desconsolada y también un poco harta de su padre, una especie de ogro borracho y pegón que se meaba en los pantalones cuando perdía el control, decidió, por fin, hacer las maletas y seguir al único hombre que hasta la fecha le había dado un poco de cariño.
Así que cuando se le presentó en la puerta de su casa con la excusa de venir a buscar un trabajo y una vida nueva.
Julián la acogió encantado, primero por unos días, hasta que ella encontrara algo, y después casi sin darse cuenta, y con la vaga esperanza de que algún día aparecería una buena oferta de trabajo, quedó instalada y acoplada a la casa y la familia de Julián.
Julián vive con su padre, viudo y jubilado, y su hermano pequeño David, Socorro entró en la casa como un soplo de aire fresco, poco a poco y sin que nadie opusiera resistencia se fue haciendo con el control, es decir, pasó a encargarse de la compra, la limpieza y la cocina, el padre y el hermano pequeño apenas si salían de casa, se les veía siempre tristes y poco sociables, pero desde entonces parece que sus vidas se alegraron, salían más a menudo, vestían mejor incluso, "la mano de una mujer siempre se nota", solía decir el padre a todo el que se le cruzaba, semejaba ser el mismo que era cuando aun vivía su mujer.
Pero la cosa no terminaba aquí, Socorro llegó, por fin al nudo de la historia esperando que yo pudiera proporcionarle un desenlace lo más feliz posible, y como veréis no es fácil.
- Con Julián me iba estupendamente es un chico estupendo y lo quiero un montón, pero ellos, verá usted, yo, al principio, pensaba que no les caía bien, los veía tan tristes a los dos que me daba esa impresión, casi ni me hablaban, se pasaban todo el santo día viendo la televisión en chandal, malcomiendo, sin afeitarse ni peinarse con unas greñas horrorosas, y así día tras día hasta que se me ocurrió entrar en la habitación del padre atraída por un extraño olor, casi me caigo de espaldas, las sábanas que deberían ser blancas habían adquirido un extraño color grisáceo que pedían a gritos un lavado urgente.
Aquí ya no me pude resistir y me puse manos a la obra, aprovechando que estaba sola en casa hice la colada de su ropa de cama y de la de su hijo menor, a las sábanas les acompañaron los malditos chandals, oreé sus habitaciones para que dejaran de oler a mausoleo, busqué un mantel por los cajones y el viejo y pegajoso de plástico desapareció en el cubo de la basura.
Di un salto al supermercado para renovar la nevera y les preparé una comilona como las que me exigía mi padre, solo que esta vez lo hice con gusto.
A partir de entonces dejé de buscar trabajo y me hice cargo de la casa, los mantuve bien comidos, les exigí orden e higiene personal y nadie dijo ni "pío", acataron mis indicaciones con una cierta indolencia.
Claro que todo esto es mas o menos comprensible y entra dentro de lo normal, pero Socorro todavía no había terminado, yo si, por hoy, ahora me asomaré al balcón para fumarme un cigarrito.


4 comentarios:

eli bennet dijo...

Ya sé,ya sé...El padre roñoso se enamoró de ella,jaja!! O no?

Anónimo dijo...

Vamos que Socorro se esta desahogando con Usted Don Cotilla....

Anónimo dijo...

Esta es la cuarta vez que intento dejarle un comentario Sr. Chisme. Casí he olvidado q queria decir!!!.

Ahh si, Socorro lleva camino, si no ha llegado ya, de ser la esclava domestica de la familia. Lo malo es que todo ello sin vicio ni beneficio. Cuidadito con las ventanas abiertas y los cigarillos, luego se resfria y no escribe. Besitos. Soy Lademarbella

vilipendia dijo...

¿Cómo que personaje ficticio? No me rompa los esquemas a estas alturas, que me da un algo. :p
Y qué alegría, oiga, esto es como un telecotilleo, llámenos y le mandamos su chisme a domicilio. Pero sin llamar siquiera, encima.
Y ya sabía yo que al final igualmente me iba a quedar en suspense... aish.