miércoles, marzo 15, 2006

La viuda iatrogénica


Pues resulta que hace unas semanas se ha mudado a vivir a mi escalera una chica de Sanlucar que se llama Carmen, es enfermera, trabaja en el hospital y nada más conocernos supe que este contacto supondría una gran fuente de información.
Lo primero que me contó fue lo que le ocurrió a la vecina del 6ºA, que resulta ser la viuda iatrogénica.
Parece ser que estando su difunto marido ingresado en el hospital, muy malito el pobre, un cirujano al ir a extirparle no se que órgano, con no se que técnica, para sabe dios que cosas, se le olvido algo dentro, una compresa creo.
De tal modo que el pobrecito, en vez de ir mejorando rápidamente, como se suponía, empezó a empeorar poquito a poco, cada día estaba un poco más pachucho, no terminaba de arrancar. Débil, sin apetito, blanco como los baldosines del baño, vamos que al cabo de un mes y sin que nadie viniese a darse cuenta de lo que pasaba, murió el pobrecito mío y dejó a esa pobre mujer viuda y desconsolada. Una vez muerto y hecha la autopsia se supo, por fin, lo que había pasado.
A los pocos meses, y es aquí donde se cruzan su vida y la mía, la viuda se compra el piso del 6ºA, que llevaba varios meses en venta con un enorme cartel como reclamo. Empezaron a aparecer, albañiles, fontaneros, carpinteros, etc, etc. Empezaron a sacar, baldosas, baldosines, tazas de water, bañeras, paredes enteras desmenuzadas a costa de mi siesta. Al poco, todo volvió a entrar, eso si nuevecito. Después muebles y más muebles. Y por último, la viuda, ya un poco más repuesta y con una indemnización suculenta para endulzar, en la medida de lo posible, la perdida de su querido esposo.
Poco a poco fue reaciendo su vida, ampliando su circulo de amistades, saliendo y saliendo, rara era la noche que no salia a cenar, al cine o a bailar, siempre muy bien acompañada.
Yo fuí el primero en enterarme y el primero en alegrarme, por supuesto.
Tanta entrada y salida acabo por aburrirme y, en un determinado momento, dejé de prestarle atención, hasta que Carmen, la enfermera, me contó otra historia hospitalaria.

2 comentarios:

la-de-marbella dijo...

Me encantan tus cotilleos de escalera. Mi edificio es mas bien triston, solo somos 6 vecinos y nos conocemos muy bien, no hay diversión. Precioso tulipan, gracias por la recomendación.

vilipendia dijo...

Hola chisme. He entrado en tu blog, por cotillear, más que nada, y me ha encantado. Creo que me la quedo. Nos vemos pronto.