Hospital Central Cap. 2

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Una vez solos marido y mujer, el municipal macizo fue directamente al grano y sin mediar anestesia ni nada, con lo a mano que la tenía, le dijo a su señora que no hacía falta que viniera más al hospital, ni ella ni sus hermanas ni su madre, por supuesto
-¿Como?- respondió ella-, ¿Qué no venga más? Pero hombre no te preocupes, si ni a mí ni a mi familia nos molesta venir a cuidarte, yo lo llevo más o menos bien y si algún día después de darme la "quimio" no me encuentro bien, para eso están mi madre y mis hermanas, y si ellas no pudieran venir pues vendrían tus cuñados. Y si es por el niño, tampoco te debes preocupar, está bien cuidado y muy entretenido con los primos.
-Que no mujer, que no es eso, por lo que no quiero que vengáis más es porque ya tengo a otra persona que lo haga.
-¿Pero como es eso de que tienes otra persona que lo haga¿?Es que has contratado a alguien? Si es por el dinero...
-No, no que no, que no es eso- le interrumpió él- Es que, lo que pasa es que, verás hay otra mujer, desde hace casi dos años salgo con una compañera y si hasta ahora no te he dicho nada es porque tu estabas enferma, pero ayer la vi y me dijo que no podía seguir así, que se estaba volviendo loca, no saber nada de mi, no poder visitarme como una pareja normal..
Ahora fue ella quien interrumpió la charla de él.

-¿PERO QUE ME ESTÁS DICIENDO? ¿ DESDE HACE DOS AÑOS TU Y LA OTRA ME LA ESTÁIS PEGANDO? ¿Y TE HA DADO PENA DE MI POR ESTAR ENFERMA?

¿PUES SABES LO QUE TE DIGO?

QUE ERES UN CABRONAZO Y QUE OS PODEIS IR TU Y

TU COMPAÑERA A TOMAR POR EL CULO, MALDITO SEAS HIO DE PUTA

Tanto chillo esa pobre mujer despechada que sus hermanas y su madre entraron asustadas por tanto griterio

¿Qué pasa, que pasa, que gritos son estos?

¿Qué que gritos son estos? Este, que dice que no vengamos mas a visitarlo ni a cuidarlo porque tiene una querida que lo hace por nosotras.

La madre, como una posesa, soltó por esa boca lo que ni Carmen ni yo somos capaces de contar.

Nunca más aparecieron por allí la exfamilia del municipal, cuenta Carmen que desde ese día puntual como un reloj apuraba el horario de visitas una mujer pelirroja, entrada en carnes, con un buen culo y sugerentes pechos con los que él seguramente aceleraba su recuperación en pos de un futuro mas mullido