Despechado

Pepe tenía razón, efectivamente el asunto trataba de cuernos, de amantes y de infidelidades, pero también de armarios.
Cifuentes, engañaba a su mujer y lo hacía con un hombre, que casualmente se trataba de mi vecino del 4ºC. Creo que cuando me puso alerta sobre su amante, invitándome a que lo vigilase, quería averiguar si yo sabía algo, yo que me creía en poder de toda la información posible que podía generar un bloque de treinta y cinco pisos y no pude, ni siquiera imaginarme, lo que sucedía delante de mis narices. Cifuentes, que maestro, que lección me ha dado, sabia todo lo que yo sabia y lo que no me podía ni imaginar.
Me puso sobre la pista pero solo pude dar pasos en falso, como un ciego sin bastón, vigilaba a su amante por él, quería estar al tanto de lo que hacia y yo le daba el parte cada vez que le compraba chacina.
Cifuentes sospecha de él, por lo visto era muy celoso, y al tener que estar horas y horas al frente de su negocio no podía vigilarlo. Por otro lado también sospechaba que su amante, despechado y aburrido, quería hablar con su mujer par descubrirle el pastel. Despechado porque Cifuentes no quería salir del armario, temía perder clientela.
Aburrido, porque no le dedicaba todo el tiempo que requería su pasión.
Lo que vi esa tarde en el video fue que Cifuentes, montado en su furgoneta, no se si celoso o furioso paso por encima de su amante y huyó.
El día antes de los hechos lo dejo todo amarrado, traspasó la charcutería, dejando a su familia bien posicionada económicamente y esperó a su amante a la hora exacta y el lugar indicado, tal y como yo le venía informando.
Es por esto que no he hablado con la policía y he destruido los videos, no quiero pasar a ser cómplice de un absurdo homicidio.
He de intentar tomar el control, yo soy el que sabe, los demás no deben saber demasiado de mi. La información es poder, Cifuentes podía haber sido el que lo sabia todo, pero para eso hace falta ser un jubilado.